Pasturas puras: 15-20 kg/ha
Para obtener un tapiz denso y uniforme, maximizando el potencial productivo desde el inicio.

Consociaciones con alfalfa: 6-10 kg/ha
para asegurar una integración equilibrada y aprovechar las ventajas de ambas especies.

Pasturas polifíticas: 4-8 kg/ha
en ambientes heterogéneos para optimizar la cobertura en zonas de alta productividad o con drenajes deficientes.

Control temprano de floración: durante la salida del invierno, se recomienda realizar un pastoreo estratégico para controlar la floración temprana, asegurando que la planta destine su energía a los macollos vegetativos maximizando la producción de forraje de alta calidad.

Implantación temprana: realizar pastoreos tempranos de baja intensidad y alta frecuencia para estimular el macollaje, asegurando una rápida cobertura del suelo y un alto rendimiento inicial.

Veranos secos y calurosos: mantener un remanente adecuado protege la base de la planta, asegurando la persistencia y la calidad de la pastura incluso en condiciones climáticas adversas.